¿Qué tan ágil eres?

Ser ágil significa ser flexible. Tan simple como eso. A pesar de que los conceptos ágiles “básicos” se entienden fácilmente, uno necesita algo más, por ejemplo; un alto nivel de compromiso, paciencia y de mente abierta para convertirse en un verdadero defensor de la filosofía ágil. Y aunque algunas personas creen que el hacer las cosas en lugar de planificarlas es lo correcto y tienen más fe en esa filosofía del costumbrismo, casi nunca tienen éxito en sus objetivos. Es por ese motivo que las empresas ven como ventaja competitiva contar con personas de ese tipo, los también conocidos “hacedores”.

En la filosofía ágil se contempla dos extremos; los «planificadores» y los «hacedores», y aunque ambos se influyen mutuamente, los planificadores trabajan con sus planes y los hacedores hacen que las cosas sucedan. Cuando un equipo está constituido por personas ágiles, el proyecto seguramente se disparará, pero recordemos que no todas las compañías cuentan con un equipo de esas características. Por tal motivo Scrum no está diseñado para todas las organizaciones, ni para todos los proyectos ni para todos los equipos.

Entonces, ¿cómo puede un Project Manager descubrir si los miembros de su equipo son lo suficientemente ágiles?

Si estas leyendo este artículo y eres un(a) Project Manager, y deseas saber que tan ágil eres, entonces el primer paso hacia esta búsqueda es responder a estas preguntas.

  • ¿Practicas los principios básicos del Agilismo?
  • ¿Generas valor comercial de manera consistente mientras se adapta de manera eficiente a un entorno cambiante y dinámico?

Te diré que no hay ninguna prisa para responder a esas preguntas. Pero intenta responderlas con la mayor honestidad posible. Si las respuestas para ambas preguntas fueron “SI”, entonces vas por un buen camino hacia el agilismo. Pero si la respuesta en ambos casos fue un rotundo “NO”, entonces este artículo te ayudara a entender verdaderamente el principio ágil. Y si las respuestas fueron de un “SI” y un “NO”, entonces estás a tiempo de decirte si deseas o no ser ágil.

Entonces ¿Soy o no Ágil?

Ok, te haremos un test y veremos qué tan ágil eres para manejar alguna situación. Imaginemos que tu cliente o usuario te solicita un cambio en el requisito más importante del proyecto. Pero como buen gestor ágil tienes varias ideas como posibles respuestas.

  • Decides comenzar de nuevo y posponer las fechas de lanzamiento del proyecto.
  • Puedes aceptar el cambio y aun así llegar a la fecha inicial.
  • Buscas más expertos fuera del equipo original para manejar la situación y así tratar de llegar a la fecha inicial.
  • Ya habías contemplado ese cambio en los requisitos y estabas preparada para manejarlo, así es que lo aceptas y la fecha de entrega no se ve afectada.

Si tu elección fue la última opción, te diré que eres ágil o estás muy cerca de lograrlo.

Debo confesar que no existe una prueba o evaluación objetiva específica que pueda determinar de manera concluyente que tan ágil se es o no. Incluso en los exámenes de certificación Scrum a pesar de que las preguntas te proponen diversos casos con escenarios complejos, no hay manera de tener una evaluación tan objetiva como la experiencia misma, sin embargo, existen muchas pruebas para diagnosticar si tú y/o tú equipo es ágil. Incluso con las pruebas, siempre habrá un área gris que no se cubrirá, porque ser ágil es más un enfoque o filosofía que una metodología científica. Así es que los problemas no desaparecerán de la noche a la mañana.

De igual manera, te recomiendo considerar algunos puntos para obtener una mejor comprensión de cuán ágil eres:

  • Enfoque Correcto: Enumera las cosas de acuerdo a su importancia, pero en orden descendente, de esa manera podrás enfocarte y contemplar primero las cosas que generen valor para el cliente, de esa manera existe una gran probabilidad de que el cliente se vea beneficiado desde una etapa temprana del proyecto.
  • Concéntrate en los aspectos que están bajo tu control: Canaliza tu atención y esfuerzo en las cosas que están dentro de su alcance o las cosas que puedes controlar. De esta forma puedes trabajar de manera eficiente y también encontrar soluciones rápidamente si las cosas salen mal en algún momento.
  • Mejora tus esfuerzos de Retroalimentación: Si actualmente estás trabajando en un proyecto, identifica las barreras que impiden el lanzamiento del producto. Pronto podrás encontrar formas de mejorar tus esfuerzos y aumentar la productividad de tu equipo. También puedes ser capaz de entender cómo la interacción del equipo está afectando el proyecto; si los miembros del equipo están cooperando entre sí o no. Para lograr resultados óptimos, es importante que los gerentes se comuniquen constantemente con los desarrolladores. Recuerda que una buena colaboración entre los miembros es un buen síntoma de que el proyecto goza de buena salud. Otra idea que puede obtener de este ejercicio es que más lanzamientos generarán más comentarios.

Por último, es necesario estudiar los principios y pilares del agilismo, y nada mejor que la sabia experiencia de haberlo implementado en un proyecto de desarrollo de software real. Espero con todo esto puedas comprender la importancia de conocer el grado de agilismo que tienes al igual que el de tu equipo. Recuerda que en la retrospectiva aprendes de los errores y luego debes volver a evaluar para conocer el grado de aprendizaje adquirido.

PD. Este post salió por la duda de un compañero de trabajo, espero con esto haber respondido a sus dudas sobre cómo identificar si un equipo es o no ágil, sobre todo entender algunos los conceptos y principios básicos del agilismo que Scrum tanto predica.